Una de las grandes ventajas de las casas modulares es el aislamiento acústico que proporcionan. Tal vez dicho así esto deja más bien frío, así que en el presente artículo hablaremos de cómo el aislamiento acústico mejora el bienestar y la calidad de vida de las personas, tanto del tuyo como la de tus vecinos. Diferenciaremos entre los tipos de ruidos que pueden provenir del exterior y molestarnos en distintas situaciones, trataremos la contaminación acústica, los sonidos que nosotros emitimos hacia fuera, su relación con la privacidad y qué papel juega en todo ello la construcción de casas modulares.
En cuanto a los ruidos que provienen del exterior, podríamos clasificarlos en puntuales, estacionales y constantes. Como ruidos constantes, permanentes o estables en el tiempo, podemos mencionar la contaminación acústica, originaria principalmente por la circulación de vehículos a motor: El tráfico de calles concurridas y avenidas, carreteras, autovías y autopistas. También se puede sufrir ruido crónico estando cerca de un aeropuerto o en una zona de paso de aviones. Estos ruidos, al ser constantes, pueden llegarse a asimilar por el cerebro, de manera que es como si no reparásemos en ellos. Pero ahí están, penetrando en nuestra cabeza a cada momento; está demostrado científicamente que esta clase de ruidos afectan nuestra salud, producen estrés y disminuyen el rendimiento académico, laboral y, en general, la capacidad de concentración.
Podemos llamar ruidos estacionales a aquellos persistentes durante horas o días pero que tienen una duración establecida en el tiempo. Lo serían, por ejemplo, los ruidos provenientes de reparaciones en casa de los vecinos, obras como por ejemplo la construcción de casas u obras de mantenimiento de los servicios urbanísticos, fábricas cercanas y/o similares. Estos ruidos, aunque se puede saber el período de tiempo que van a durar, pueden llegar a ser incluso más molestos que ruidos constantes, por poder ser más explosivos, más súbitos o de más volumen (decibelios). Pensemos, por ejemplo, en unas obras de alcantarillado en las que es preciso utilizar un perforador de suelos. O el hecho de que, al llegar la primera, sin falta, siempre hay un vecino u otro en la escalera que decide cambiar las baldosas de todo el piso.
Los ruidos originarios de fábricas, aunque pueden estar más o menos regulados por la administración, pueden estar asociados a tráfico de grandes camiones. Los ruidos puntuales son por todos conocidos: el estornudo y tos recurrente de ese vecino voluptuoso, el taconeo de la mujer de arriba cuando llega a casa a la una de la madrugada, el simpático adolescente de al lado que canturrea a grito pelado en la ducha, los ladridos del perro del vecino del segundo que se suman a los bellos pero penetrantes trinos de los canarios de la señora del tercero y/o similares. Sin embargo, no olvidemos que nosotros también podemos originar esta clase de ruidos con nuestras actividades en casa.
Y es que ¿A quién no le gusta escuchar música a todo volumen, bailar, cantar, tocar un instrumento musical y todas aquellas cosas potencialmente ruidosas que requieren cierta privacidad? La solución nos la brinda el aislamiento acústico que caracteriza la construcción de casas modulares. ¿Verdad que ahora esto cobra más importancia y significado? Para mayor información, contacte con nuestro departamento comercial o solicite un presupuesto.