Creamos espacios, creamos casas
Algo muy importante en todo hogar después de la construcción es la decoración. Los muebles, la pintura de las paredes o el papel de pared, las cortinas, las sábanas, las lámparas, los cojines y/o similares. Y nuestros detalles: Libros, fotografías, figuras, cuadros, recuerdos y demás objetos varios que colgamos en las paredes o colocamos en las estanterías. Decorar una casa es algo ilusionante pero, a su vez, nos pueden asaltar muchas dudas. Si en algunas ocasiones ya resulta difícil combinar la ropa, en este caso se trata de vestir una casa entera. Es una gran responsabilidad. Para ayudaros en este sentido, a continuación os ofrecemos una serie de consejos de decoración de casas, en esta publicación referentes a las paredes y los muebles.
Lo primero que hay, antes de amueblar y decorar una estancia, son las paredes. Normalmente tras construir la casa, éstas están pintadas de blanco. Nuestro consejo en este sentido es dejarlas así. ¿Por qué? Porque el blanco es el color que aporta más luz a todas las estancias, es el color neutro por antonomasia, del que difícilmente nos cansamos. Es un color que permite todas las posibilidades en cuanto a estilo de los muebles y color de los complementos.
Si pintamos una habitación de azul, por ejemplo, luego difícilmente aceptará una funda nórdica roja en la cama. O, si la pintamos de color lila claro y luego queremos darle un aspecto cálido a la habitación, nos será mucho más difícil. Obviamente si se tiene muy claro el conjunto de muebles y decoración, y no se espera hacer cambios, se puede pintar de un color y le dará un aspecto muy envolvente. Pero, si te gusta cambiar de tanto en cuanto la decoración, lo más práctico serán las paredes blancas.
Así, por ejemplo, si una temporada te apetecen los tonos cítricos podrás poner una cortina de amarillo y unas fundas de cojín de color verde vivo, si otra temporada te apetece algo más calmado podrás poner un conjunto de cuadros en tonos pastel y una funda de sofá a juego. En definitiva, podrás cambiar el carácter de las estancias con una inversión mínima y rápidamente.
Después de decidir el color de las paredes toca amueblar. Para esta tarea, que es tal vez la de más responsabilidad decorativa, te irá bien saber que existen diferentes estilos de mobiliario. Hay muebles de madera con los anillos de crecimiento bien visibles; si el tono de la madera es oscuro (por ejemplo, de ébano o nogal) y las líneas de diseño son sobrias podemos hablar de muebles rústicos y, si las líneas son suaves y redondeadas y el tono es más bien intermedio o claro (por ejemplo, de pino o castaño o bien con una mano de pintura pero que deja entrever las ondas de la madera), podemos hablar de muebles campestres. Hay muebles contemporáneos, de líneas rectas y diseño minimalista que combinan madera lacada en blanco o negro con cristal y superficies brillantes y metalizadas; hay muebles de corte más clásico y sencillo, de chapa caoba o roble.
Además también hay estilos según la época, que recogen las tendencias artísticas y culturales de ese periodo: Muebles de los años 20, años 60, años 80, muebles victorianos, isabelinos y/o similares. En estos casos, para obtener el auténtico estilo histórico, seguramente deberemos recurrir a anticuarios. Lo más importante es que nuestra decoración esté acorde a la construcción de nuestra casa y así todo quede en perfecta harmonía.
Seguiremos los consejos, con el tema de los muebles, en nuestras próximas publicaciones. ¡No te las pierdas! Para mayor información, contacte con nuestro departamento comercial o solicite un presupuesto.